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Ritual con Yemaya para Recuperar la armonía familiar

Requiere lo siguiente:
1 pañuelo azul.
Varias velas azules.
Cerillas de madera.
Esencia de romero.
1 plato hondo blanco.
1 puñado de algas marinas.
1 medalla de plata de cualquier imagen, pero que deberá haber sido usada al menos durante siete días.
1 fotografía de todos los miembros de la familia (puede ser colectiva o individual).
1 puñado de berros.
7 pedazos de jabón de coco.
1 concha plana de tamaño regular.
7 cucharadas de agua de mar.
7 cucharadas de agua de manantial.
7 cucharadas de agua bendita.
7 cucharadas de miel de romero.
1 jarrón blanco o plateado.
Flores blancas.

Preparación:
En primer lugar, pondremos el pañuelo azul encima de una mesa. Seguidamente, grabaremos en una vela los apellidos de la familia que deseamos unir y la untaremos con la esencia de romero desde la mecha hacia la base y la encenderemos.Pondremos el plato frente a la vela y en su fondo depositaremos las algas.
Encima de éstas colocaremos la medalla de plata y sobre ella la fotografía de todos los elementos de la familia, en cuyo dorso habremos escrito los nombres completos (nombre y apellidos) y las fechas y lugar de nacimiento. Cubriremos todo el conjunto con el puñado de berros cortados a pedacitos, junto con los siete trozos de jabón de coco.
Cogeremos la concha plana y pondremos en su interior el agua de mar, la de manantial y el agua bendita junto con las siete cucharadas de miel de romero, lo mezclaremos bien con nuestro dedo corazón de la mano derecha y cuando esté emulsionado lo derramaremos sobre el interior del plato.
Sellaremos el ritual tapando el plato y todo su contenido con la concha, en la que habremos derramado siete gotas de cera. Envolveremos el conjunto con el pañuelo y lo guardaremos durante siete días en un sitio oculto pero preferente de la casa, es decir, en un lugar donde se reúna la familia. Habitualmente, el espacio más idóneo suele ser en la parte superior de un mueble alto situado en el salón-comedor.
Cuando hayan transcurrido los siete días indicados, tomaremos el paquete que contiene el ritual y lo entregaremos al mar, procurando que no sea devuelto a la orilla, pidiendo a Yemayá que interceda por la unidad del hogar y todos los miembros que componen la familia.
Mantendremos durante siete días más una vela azul perpetuamente encendida en honor a Yemayá, junto a un jarrón en el que depositaremos un ramo confeccionado con siete flores blancas a las que renovaremos el agua a diario.

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