Ritual con el Tarot: Para la resolucion rapida de un proceso

Es evidente que semejante ritual se dirige esencialmente a aquellos y aquellas para quienes la justicia de su causa no deja sombra de duda. Le ayudará a obtener justicia en los mejores plazos. Sin embargo, sepa que su eficacia no debería ser puesta en duda, y que se trata de conceptos con los que nos es imposible hacer trampas, pues están recubiertos de fuerzas de una potencia desconocida. Además, si no está seguro del buen fundamento de su demanda, sería más prudente que se abstuviera. Dicho de otro modo, si no está asistido por la razón, el proceso judicial concluirá con toda seguridad de forma rápida, pero se arriesga a que no sea en su favor.

Este ritual está destinado a desbloquear algunos problemas de orden administrativo y puede ser utilizado, eventualmente, para diligencias que vayan en este sentido.

Francisco, había creído que era bueno entablar pleitos jurídicos para un problema relativo a indemnizaciones que se le debían. No teniendo los medios para recurrir a un abogado "de pago", había tenido que "contentarse" con uno de oficio. Esta no era ciertamente la vía más rápida; a pesar de que éste era de los más competentes. El quid de la cuestión era que el asunto era pospuesto constantemente “sine die” por vicios de forma, problemas jurídicos menores, por lo que la resolución del asunto se retrasaba desde hacía ya dos años. Le aconsejé a efectuar su ritual. Un mes más tarde, su abogado encontró otro ángulo de ataque, una actitud que debía permitirle ganar la causa y conseguir que Francisco cobrara sus indemnizaciones. Algunas resoluciones son todavía más rápidas, y he visto historias complejas resolverse en apenas dos semanas. Pero esto es otra historia.

Disponga, de izquierda a derecha, las siguientes cartas:

1) El AS DE ESPADAS, El COLGADO - La primera cortando de alguna manera la cuerda de la segunda - La JUSTICIA y el SOL. Por encima del AS DE ESPADAS, ponga la ESTRELLA.
2) Alrededor de este dispositivo, disponga cuatro velas en cuadrado. Arriba, siempre de izquierda a derecha, una vela roja y una vela blanca. Abajo, una vela blanca y otra roja.
3) Después de haber puesto a su alcance el incensario, en el cual, habrá dispuesto carbones al rojo e incienso de Jerusalén, encienda las velas y apague todo tipo de luz eléctrica.
4) Concéntrese unos instantes en la llama de las velas. Después coja su péndulo e imprímale un movimiento lateral de izquierda a derecha, hasta que se pare por sí mismo.
5) Después imprímale un giro voluntario hacia la derecha partiendo de la carta de La ESTRELLA.
6) Dejé el péndulo y concentrarse de nuevo sobre las llamas, impregnándose de un sentimiento de confianza, de paz y de serenidad.
7) Después eleve las manos hacia el cielo con las palmas abiertas, hasta la horizontal.
8) Este ritual deberá efectuarse durante todo un ciclo lunar, desde el principio del primer día del cuarto creciente a la luna llena, a menos que obtenga antes del término el resultado deseado.
9) Un consejo: no sople nunca en las velas, apague las piense mojando ligeramente el índice y el pulgar y pinchando la base de la mecha o usando un apagavelas.