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3. Como tratar los Cristales

Limpieza

Cuando adquirimos o nos regalan un cristal, generalmente, no conocemos su procedencia, no sabemos por qué manos ha pasado y ni con qué emociones y situaciones se encontró hasta llegar a nosotros.

Los cristales tienden a absorber todas las energías negativas a su vez, con la intención de armonizar ambientes y personas que se acercan a él. Si estoy triste y toco un cristal, él, instantáneamente, absorbe esa tristeza, transmutándola o reteniéndola en sí, de acuerdo con su naturaleza.

Durante uno de mis seminarios, una alumna comenzó a sentirse mal al colocar un cristal sobre sí. Así quedó, hasta que le saltó la chispa y se acordó que, el día anterior, colocó aquel mismo cristal sobre el plexo solar de su marido, que estaba bastante indispuesto, pero se olvidó de limpiarlo después del uso; así, el cristal absorbió el malestar del marido y, al día siguiente, al usarlo, ella recibió la carga que estaba acumulada en la piedra.


Cuando termino cada trabajo de terapia con cris­tales, estoy obligado a lavarlos, uno por uno, minuciosamente, hasta sentir que todas las energías acumuladas se fueron con el agua. Con la práctica del trabajo, comencé a sentir las cargas acumuladas en los cristales como un exceso desagradable de energía que dejaba mis manos adormecidas, o como una sensación de grasa, como si el cristal acabara de salir de una pastelería china.

El. proceso más radical y eficiente de limpieza es la inmersión de los cristales en agua con sal gorda, sal marina o en el mismo agua del mar. La sal es el más fuerte agente purificador de energías. Su acción retira todas las energías negativas ... y también [las positivas! Considero un absurdo usar agua salada para energizar los cristales, como mucha gente hace por ahí.

Veamos, cuando vamos a la playa y entramos en el mar, llegamos a casa exhaustos, sin energía para nada. La primera cosa que hacemos es tomar una buena ducha de agua dulce para quitar la sal del cuerpo. A continuación comemos y, para completar, nos damos una gustosa siesta. Entonces, nos despertamos nuevos, restablecidos para la vida. Vimos, así, que el agua salada nos descargó de nuestras energías, que, enseguida, fueron repuestas por el agua dulce, por la alimentación y por el sueño.

Gracias a la sensibilidad que desarrollé en las palmas de las manos para detectar la energía de los cristales, acostumbro usar la sal solo en los cristales extremadamente cargados de energía negativa o en limpiezas periódicas, semestrales o anuales. Además de descargar totalmente el cristal, la sal, en muchos casos, corroe las gemas más sensibles.

Para quien se está iniciando en los misterios de los cristales, recomiendo dejarlos sumergidos en agua salada durante una noche o, como máximo, un día, y a continuación lavarlos muy bien en agua corriente. Haga eso con los cristales que acaba de adquirir o le han regalado (excepto si hubieran sido previamente energizados por la persona que se los dio), e incluso con aquellos que le acompañaran en momentos críticos de tensión, depresión o enfermedad, o que hayan sido tocados por personas negativas.

De un modo general, el lavado en agua corriente es suficiente como método de limpieza para los crista­les. Después del uso, o periódicamente, los froto bien con las manos, debajo del agua, hasta que siento que están totalmente limpios de cualquier acumulación energética. A veces, también, los coloco en un reci­piente con agua caliente. El agua caliente es muy eficaz para la limpieza de las «grasas» energéticas, sin embargo no substituye el lavado manual.

Siempre que usemos un cristal en alguien o en nosotros mismos para armonizar un chakra o aliviar un dolor de cabeza, ese cristal debe ser muy bien lavado después de su uso. No es justo dejar el cristal impregnado de las energías que ha absorbido de usted solo para ayudarle.

Se pueden utilizar también otros métodos de limpieza, como el fuego, el incienso, la tierra, determinadas hierbas, la misma intención, el hálito y otros, que, como el agua dulce, sirven tanto para limpiar como para energizar su cristal



Energización

Energizar es alimentar un cristal con energías favorables para su mayor desempeño. En la naturaleza, los cristales se energizan espontáneamente; sin embargo, dentro de ambientes cerrados, en constante contacto con nosotros y con nuestros problemas, muchas de sus energías se desvanecen en el intento de armonizar el ambiente y nuestros corazones. Por eso es necesaria una realimentación energética periódica para que un cristal permanezca saludable, irradiando luz y belleza, velando por todos nosotros. Energizamos los cristales siempre después de su limpieza. Los métodos más conocidos de energizacion son:

• El agua dulce

Como ya hemos visto, además de limpiar, el agua dulce es un fantástico energizador de los cristales, sobre todo las aguas de una cascada, de un río o de lluvia. Quien no pudiera llevar sus cristales fuera, intente recoger y traer esas aguas hasta ellos. En el caso que no fuera posible, use agua mineral o filtrada, y si tampoco fuera posible, utilice el agua del grifo a pesar del cloro.

El agua corriente energiza más, pero los cristales se pueden colocar en un recipiente de vidrio con agua (una jarra de cristal es ideal) y exponerlos al Sol o a la Luna Creciente o Llena durante un periodo de tres horas a un día para recomponer sus energías. Después de sacar los cristales, podemos utilizar ese agua para beber, pues estará energizada por los cristales.

• El Sol

El Sol es conocido como el principal elemento energizador de los cristales. Es así, pero con ciertas precauciones. El mejor horario para exponer los cristales al Sol es el de la mañana, en el periodo que va desde el amanecer a las 10 horas, cuando sus rayos comienzan a saturarse. Tampoco es favorable exponer constantemente al Sol los cristales de colores fríos, como el verde­azulado, al azul, el índigo, el violeta y el morado. Es­tos son más lunares y el exceso de Sol termina damnificando y alterando su estructura química y cromática. El cuarzo blanco se vuelve más opaco cuando se expone constantemente al Sol. Las piedras de colores calientes, como la roja, la naranja, la ama­rilla y la verde-amarilla, quieren mucho Sol, cuanto más mejor. En el caso de ausencia de luz solar, podemos utilizar la luz de una vela, de una lámpara fuerte o cualquier otra forma de luz o fuego, colocándola próxima a los cristales .

• La Luna

La luz lunar es extremadamente benéfica para las piedras blancas límpidas y para las de colores fríos, pero no ofrece, exactamente, el tipo de energía pedido para las piedras de colores calientes. Las lunas favorables para la energización son la Creciente y la Llena. La Menguante puede ser usada para la limpieza y la Nueva para descanso del cristal.

• La Tierra

La tierra también limpia y energiza los cristales. Si se coloca un cristal sobre la tierra o se entierra, recibirá' toda la energía necesaria para su funcionamiento y bienestar. Los cristales se pueden poner también en un tiesto, pero, en ese caso, primero límpielos bien para que las plantas no reciban sus cargas negativas. Ahora, con el cristal limpio, notará cómo, súbitamente, las plantas comenzarán a crecer y a ponerse bellas y exuberantes.

• El incienso y las hierbas

Los inciensos elevan y purifican la vibración de los cristales. Podemos usar indistintamente los palitos o los quemadores, lo importante es que el humo envuelva los cristales. Se puede usar cualquier aroma (el sándalo es uno de los preferidos), menos ruda y alcanfor, que serán usados para la limpieza.

Respecto a las hierbas.Ini siquiera es preciso describir el poder energético y curativo que de ellas emana. Podemos colocarlas alrededor de los cristales o tri­turarlas en un recipiente con agua, donde pondremos los cristales durante un día. Se pueden utilizar diferentes hierbas, pero lo mejor es usar hojas de boldo, romero, albahaca o eucalipto, o incluso todas juntas. Estas hierbas se encuentran fácilmente y no tienen contraindicación.

• Otros cristales

Podemos colocar los cristales para energizarlos en drusas mayores de cuarzo blanco o de otros cristales afines. Podemos también colocarlos dentro de un círculo, de un mandala compuesto por cristales blancos o afines, permaneciendo en ambos casos de uno a tres días. Es importante que las drusas y los cristales del mandala ya estén previamente energizados.

• La intención y el amor

La intención es el método a través del cual utilizamos la energía mental para energizar los cristales. Enviamos mentalmente o con palabras, mensajes de luz, fuerza y energía a los cristales. Durante la mentalización, tomamos un cristal entre las manos llevándolo hasta la frente y después soplamos sobre él, ofreciéndole nuestra energía vital. El amor es simplemente el cariño y afecto con que los tratamos. Además de estas fuentes energizadoras, también se puede usar el relámpago, el trueno, los vientos y demás fuerzas de la naturaleza



Consevación

El cristal ya está limpio y energizado. Y ahora, ¿cómo conservarlo así?

La conservación de los cristales varía de acuerdo con sus funciones. Podemos sintetizarlas en cuatro niveles:

• Cristales para ambientes

El mantenimiento de los cristales en los ambientes, ya sean familiares como profesionales, debe ser, por lo menos, semanal. Están expuestos en esos luga­res para proteger, armonizar o estimular a las personas que allí están o circulan, yeso gasta mucha energía del cristal, sobre todo en ambientes por donde pasan muchas personas. Por ese motivo se deben lavar y energizar semanalmente, o como mucho, mensualmente.

En el caso de conflictos o problemas graves que se den en el ambiente, los cristales se deben limpiar y reenergizar enseguida o constantemente si la situación perdurará.

En el caso de cristales de gran tamaño, deben lavarse con un paño mojado, embebido en agua, y a continuación energizarlos con la fuerza de la intención, ya que inciensos y velas pueden sonar un tanto extraño en ambientes públicos.

• Cristales para uso personal

Los cristales de uso personal no deben ser tocados por nadie, solo por usted o por quien usted quiera para compartir sus energías como en un pacto de amor o de ideales. En ese caso, el cristal deberá estar lejos de curiosos, incluso dentro de un cajón o envoltorio (una caja, una bolsita), siendo sacado solo para trabajar con usted. Merece la pena resaltar que los cristales de uso personal deben ser usados como su nombre indica. Los cristales guardados durante mucho tiempo pierden sus energías, siendo necesaria la realimentación antes de ser usados.

Los cristales de uso personal se deben limpiar y energizar de acuerdo con las circunstancias en las que estamos. Están a nuestro lado, y aquello que nos acontece, también les acontecerá. En el caso de una exis­tencia pacífica, se recomienda un mantenimiento mensual. Cuando esos cristales están constantemente a nuestro lado, como sucede en el caso de anillos, pulseras, pendientes o collares, es recomendable que nos bañemos con ellos, pues de este modo estamos haciendo una higiene simultánea.

Es una triste tendencia de las personas «poner el dedazo» en ese cristal «tan bonito» que usted lleva en el cuello. Es aconsejable, en esos casos, lavar el cristal nada más llegar a casa, así como también es aconseja­ble no salir por ahí mostrando sus joyas a todo el mundo. Las joyas son objetos personales de poder, que deben compartir solo la energía de su propietario.

• Cristales para terapia

Los cristales de uso terapéutico deben estar en un espacio reservado para tal fin. Ese espacio debe estar aireado, iluminado y, si es posible, con entrada de luz solar. Muchas personas tienen la costumbre de colocarlos en una mesa de madera, forrada con un tejido de seda o de algodón, o, con un tejido de paja, donde los dejan dispuestos bajo la forma de un mandala para crear un campo energético colectivo. No utilizar materiales sintéticos, pues estos obstruyen la circulación de la energía.


Después de la terapia, todos los cristales utiliza­dos se deben lavar minuciosamente y repuestos en el mandala.

La limpieza y la energización general puede ser mensual o semestral, de acuerdo con la frecuencia de uso, salvo que los cristales queden extremadamente cargados durante la terapia, que en ese caso deberán meterse durante algunas horas en agua con sal y, des­pués de lavados y energizados, colocarlos de nuevo en el mandala.

• Cristales en Sí

Son aquellos cuya única misión con su usuario es embellecerle y colorearle la vida. Se usan, de una forma intuitiva y sin pretensiones, en ambientes o en el propio cuerpo. Están al alcance de todos. Su mantenimiento es a través del cariño que se tiene por ellos. (Pero una agüita de vez en cuando no hace ningún daño).

La inocencia todavía es el mayor arma y defensa de la humanidad. Anula los efectos que, en otras circunstancias, serían desastrosos; permite la libertad de usar y experimentar aquello que se desea. Es como un niño que no se le puede juzgar ni condenar por sus actos. Sin embargo, la inocencia cesa en el momento en que se adquiere consciencia. Cuando tomamos consciencia del uso y el poder de los cristales, sus efectos, tanto positivos como negativos, se proyectaran automáticamente en nuestras vidas.

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